Y es que la división de autobuses tiene fe en el éxito de esta versión. No en vano ha alcanzado la considerable cifra de 300 urbanos híbridos vendidos —tanto del 7700 como del doble piso B5L—. Por lo mismo, la apuesta por la ‘electro movilidad’ en general, y el tema de los híbridos en particular, ocuparon una parte importante de la presentación que Håkan Karlsson, presidente y consejero delegado de Volvo Buses, realizó en Kortrijk. No en vano a la hora de hablar de movilidad eléctrica la opción híbrida es "la mejor para nosotros", aeguró, empezando por un tema fundamental: La reducción del consumo.
En este ámbito las pruebas realizadas por la marca al 7900 híbrido demostraron una reducción del 37% respecto a la versión diésel, a lo que contribuye el menor peso de este modelo, 550 kg más ligero. También en emisiones y ruido los resultados obtenidos son considerables (un 37% menos de CO2 emitido en el primer caso y una disminución de 23 decibelios A —dBA— al acelerar en modo eléctrico en el segundo).
Pero no sólo la versión híbrida ha reducido su peso. Al igual que el Volvo 8900, la carrocería del 7900, en todas sus versiones, es una mezcla de distintos materiales. La compañía seleccionó aquellos más indicados para varias funciones. La mayor ventaja del aluminio es que es un material ligero y libre de corrosión, lo que genera ventajas que van más allá del consumo. "Cuando los buses son más ligeros, generan espacio para los clientes para acomodar pasajeros y cumplen con los requerimientos de peso", según Stefan Guttman, jefe de Desarrollo de Negocio en la Región Europa de Volvo Buses. "Por ejemplo, como articulado de gas natural, el 7900 será capaz de albergar a 14 pasajeros más que su predecesor".
En cuanto a los módulos frontal y trasero se han fabricado en acero, ya que admite más fácilmente un diseño más atractivo. El aluminio y el patentado método de ensamblaje hacen a este vehículo más resistente a la corrosión, al tiempo que mejora su beneficio ambiental, porque puede ser reciclado en un 90%.
Otro elemento a destacar del nuevo 7900, en todas sus versiones, es que tiene muchas similitudes con el 8900, con el que comparte el 70% de los componentes. "Esto beneficiará mucho a nuestros clientes que tengan ambos modelos en sus flotas", según Guttman. "Podrán utilizar esencialmente los mismos protocolos de mantenimiento y reparación, reducir sus piezas en stock y los mecánicos estarán más familiarizados con ambos modelos".
Opciones
La híbrida es sólo una de las opciones al respecto del nuevo 7900. El bus se ofrece con motores diésel/biodiésel y GNC/biogás, estando disponible en 12 metros ó en 18 articulado.
El motor diésel de Volvo es el eficiente D9B, con potencias de 260, 310 y 360 CV. Cumplen con la norma Euro 5 y EEV (con filtro de partículas). El motor de gas es el Volvo G9B de 300 CV, que también puede trabajar con biogás. El cliente puede solicitar transmisión automática ZF o Voith. Por su parte, el 7900 híbrido mantiene la misma cadena cinemática que el 7700, con un motor diésel de cinco litros, el motor eléctrico y la I-Shift.
En la feria, Volvo presentó asimismo una nueva versión low entry del suburbano 8900, sin escalones y con una línea del parabrisas más baja en el frontal. También más ligero y con menores consumos que su predecesor, además de más fácil de reparar, está disponible con piso normal y entrada baja, en configuraciones 4x2 y 6x2, entre 12,2 y 14,7 metros, con motores de siete o nueve litros, y con cajas de cambio I-Shift, ZF o Voith.
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