El nuevo retardador secundario de agua de Voith obtiene hasta un 30% más de potencia continua de frenado y trabaja con el refrigerante del motor como medio de servicio. Como resultado de ello, no sólo se ahorra en desgaste, sino que también se garantiza una mayor producción y disponibilidad de frenado.
Gracias a su diseño extremadamente compacto, requiere un 50% menos de espacio para su instalación y es 35 kilogramos más ligero en comparación con los retardadores de aceite. El retardador asume hasta el 90% de todas las operaciones de frenado del vehículo. Esto protege el freno de servicio y reduce las emisiones de polvo de los frenos en hasta un 80%.
La primera aplicación del nuevo retardador de agua para vehículos de carretera se puede encontrar en el nuevo Mercedes-Benz Travego Edition 1 con una potencia de frenado de hasta 520 kW (más de 700 HP). Debido al efecto de bombeo del retardador, que se traduce en un mayor rendimiento del refrigerante, la potencia de frenado es de un 20 a un 30% más alto que el de los retardadores de aceite anteriores.
La tecnología moderna hace que los autocares puedan disponer de un frenado más seguro y de una mejora del confort para conductor y pasajeros. Con la función de ‘v-constante’ del retardador (sistema Tempomat para el descenso de pendientes pronunciadas) la conducción se convierte en una experiencia positiva, incluso en empinadas pendientes y estrechas carreteras serpenteantes.
Menos visitas al taller
El conductor puede concentrarse mucho mejor en el tráfico. Se produce un menor desgaste de frenos y, por lo tanto, menos paradas en el taller. El retardador genera un alto poder de frenado, especialmente a altas velocidades. El proceso de frenado está adaptado, independiente de la marcha vigente, y no se interrumpe durante el cambio de marchas, lo que se suma a la seguridad general del vehículo.
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