Durante el Consejo de Transporte de la UE, el pasado 12 de diciembre, los ministros de transportes abordaron, entre otros asuntos, la propuesta de reglamento que modifica el reglamento 3281/85 relativo al aparato de control en el sector del transporte por carretera y que modifica al reglamento 561/2006.
Según ha informado Fenebús, esta propuesta busca modernizar el tacógrafo digital, aprovechando las nuevas tecnologías y dificultando el fraude del mismo. El Consejo alcanzó un acuerdo general parcial sobre el contenido de esta propuesta. No obstante la iniciativa debe ser consensuada con el Parlamento Europeo, quien aún no se ha pronunciado al respecto.
Según el acuerdo, los autobuses y camiones registrados por primera vez desde mediados de 2018 deberían estar equipados con un tacógrafo de nueva generación que es más difícil de falsificar. La Comisión tiene previsto adoptar especificaciones a más tardar el 31 diciembre de 2014.
Según el compromiso del Consejo, los vehículos utilizados en un radio de 100 kilómetros del lugar de establecimiento de su empresa pueden estar exentos de la obligación de estar equipados con un tacógrafo. Esta medida está dirigida a aquellas empresas que utilizan camiones, pero cuya principal actividad comercial no es el transporte de pasajeros o mercancías. Se da la circunstancia de que Alemania pidió que el radio fuera de 150 kilómetros.
El planteamiento general del Consejo es parcial, puesto que deja de lado la cuestión de la fusión de la tarjeta del conductor (utilizada para identificar a los conductores y para almacenar datos en sus actividades) y el permiso de conducir. La fusión tiene como objetivo luchar contra el fraude a través del intercambio de cartas entre los conductores.
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