Como hace una semana, el director comercial de la marca, Pedro Cotera, fue el encargado de explicar las particularidades de este nuevo integrante de la familia de Tata Hispano, que con su lanzamiento culmina un proceso de actividad frenética, el cual ha generado en poco más de dos años una renovación y ampliación completa de su gama, pasando de dos únicos modelos a una oferta compuesta por dos híbridos diesel, otro de GNC, el Area, el Intea en sus dos versiones, el mencionado Scala, el Xerus y el Naya.
El segmento de la media y larga distancia es el objetivo del Scala, aunque su polivalencia y versatilidad podría hacer que muchos operadores se decantasen por esta carrocería, ya que “por ejemplo, en el salpicadero, se puede instalar una máquina de ticketing, para cubrir servicios regulares durante la semana, y quitarla los fines de semanas para hacer discrecional”, explica Cotera.
Por eso, la capacidad de la bodega se ha optimizado hasta alcanzar, en el mejor de los casos, casi los 10 metros cúbicos, en un espacio “muy bien trabajado, sin tirantes interiores”, que permite afrontar los traslados de larga distancia sin problemas. Además, se combina con una reducida altura, de 3,45 metros más el aparato del aire acondicionado, de manera que también contiene los consumos.
Estético y elegante, a la vez que simple, Tata Hispano ha volcado en el Scala de nuevo la política que viene aplicando a sus desarrollos en los últimos tiempos: escuchar al cliente. De ahí que Cotera adelante que “a pesar de que lo hemos llevado a cabo en sólo seis meses, todavía tenemos previsto introducir algunas mejoras, sobre todo en el interior, porque los clientes todavía nos hacen llegar sus ideas y pareceres, que tratamos de plasmar en el vehículo”.
La funcionalidad del vehículo también se aborda desde el intento, por parte del carrocero, de reducir a la mínima expresión los tiempos de parada para mantenimiento y reparación. Así, los paragolpes delantero y trasero no forman parte de la carrocería, como en el Xerus, sino que se pueden desmontar fácilmente y por partes en caso de impacto o alcance. En la trasera, los grupos se han integrado un poco más en el vehículo.
Con una altura de 3,45 m. y una anchura de 2,55, el vehículo se presenta en longitudes entre 12 y 15 metros, aunque está en estudio la posibilidad de reducir el chasis para carrozar en 10,80 metros. Las previsiones para el año que comienza son de “poner en el mercado entre 60 y 80 unidades. La buena aceptación que ha tenido el Scala se refrenda con la primera unidad, sobre chasis Mercedes, que ya está vendida a Muñoz Amezcua, quien además nos lo ha cedido para la presentación nacional. Pero en la línea ya tenemos un chasis Iveco, y en enero entrarán un Volvo y un MAN, que prueban nuestra colaboración con los fabricantes. La facilidad de homologar las modificaciones del chasis, gracias a nuestro desarrollo en 3D, nos permiten hacer los cambios necesarios en menos de dos semanas“, concluye Cotera.
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